ANDE YO VALIENTE...

"Una valiente colección en rima para quitarse prejuicios de encima".
Los creadores de la colección Érase dos veces vuelven ahora con una nueva colección llamada Ande yo valiente. De momento han publicado tres cuentos que nos hablan de niñ@s que cuestionan ciertad "normas" de comportamiento que se supone deben cumplir sin que nadie sepa muy bien porqué.
Teresa, Benito y Marta defienden su forma de pensar, sentir y actuar pese a los prejuicios de los adultos, dándonos lecciones incuestionables, de lógica aplastante.
Nuestro cuento para valientes de hoy se llama Teresa no quiere ser princesa. Un cuento en rima, divertido y con mucho color!!

Escrito por: Belén Gaudes y Pablo Macías.
Ilustrado por: Nacho de Marcos.
Editorial: Cuatro Tuercas





 - Y colorín colorado, 
 este cuento se ha acabado.
 Buenas noches, princesa
 - le dijo su madre a Teresa.

 - Mamá, ¿qué es una princesa?



- Una princesa es...
... a ver cómo te lo explico...
una mujer muy guapa
que espera paciente a un chico.

- A mí no me gusta esperar.


-Una princesa es...
una chica dulce
con una bonita voz
que canta bellas canciones
mientras prepara el arroz.

- Yo no quiero cocinar.


- Una princesa es...
una mujer elegante
que viste siempre con guantes,
y lleva un lujoso vestido
a juego con su marido.

- A mí me encanta
jugar con la arena.
Usar siempre guantes
sería una pena.


- Una princesa tiene
los labios muy rojos,
mejillas encarnadas
y sombra de ojos.

- A mí me gusta pintarme de gato.


Érase una vez...

-Una princesa siempre
se acaba casando
con un valiente príncipe
que  va cabalgando.

- Mamá, pero...
¿esas princesas existen?
- pregunta Teresa
con cara de duda -.
¡Qué rollo tener siempre
que pedir ayuda!

- Bueno, cariño,
son princesas de cuento,
igual que las hadas,
o María Sarmiento.

- Entonces no son reales,
son de imaginación.
Ya veía yo rara
tanta "perfección".


- Claro, mi vida,
esto es la vida real.
No de realeza,
sino de verdad.
Ahora las niñas
ya no están tan locas,
hacen lo que quieren,
no lo que les toca.


- ¿ Y los niños también?
- Pues claro, Teresa.
- ¿ Pueden libremente
vestir de princesa?

- ¡Qué buena pregunta!
Eres una maga...
creo que has metido el dedo en la llaga.

- Se ríen de Nacho
vestido de Blancanieves.
Vino así disfrazado
en la fiesta del jueves.

- Cada persona debería
poder escoger
lo que más le apetezca 
y lo que le guste hacer.


A mí me gusta luchar,
saltar y correr,
mancharme en el barro
antes de comer.

¡Ande yo VALIENTE,
ríase la gente!

Y más valiente es Nacho
de Bella Durmiente.


Y pensando estas cosas
Teresa se duerme.
Ninguna princesa
en su sueño aparece.
Ni reales
ni de imaginación.
Ella prefiere
montar en camión,
luchar con espadas,
jugar al balón,
hacer construcciones,
partir un melón,
subirse en lo alto
de su habitación,
o hacerse un disfraz
de camaleón.


Y así fue como la excepción se convirtió en regla.
Porque el mundo está construido
por miles de maravillosas excepciones.

Al día siguiente,
aunque lleva vestido,
con otras amigas
se juega un partido.

Realmente Teresa
no quiere ser princesa,
y acaba la historia
montada en la noria.

CHIM - PÚM












Dr


   

Comentarios

Entradas populares