DIVERSIDAD FAMILIAR

Uyyy... Cuánto tiempo sin leeros un cuento 🙈!! Se me fue de las manos la vuelta al cole y al trabajo 😥😥.
Pues ále, al lío, que traigo tema nuevo: DIVERSIDAD FAMILIAR.
Familia: Se define como un núcleo formado por personas unidas por parentesco o relaciones de afecto.
¿Sois conscientes de cómo ha cambiado el concepto de familia en los últimos años? La sociedad avanza y en el siglo XXI hay tantos tipos de familias como personas y realidades. Tenemos familias nucleares( papá + mamá + hij@/s), familias extensas ( familia nuclear + abuel@s, primos conviviendo en el mismo hogar), familias monoparentales ( Papá + hij@/s o Mamá + hij@s), familias homoparentales ( 2 papás + hij@/s o 2 mamás + hij@/s), familias adoptivas , abuelos acogedores(cuando los abuelos se hacen cargo de los nietos asumiendo el rol de padres), familias fruto de la separación de los padres,...
Todavía falta mucho camino por recorrer aún, en las aulas y en los libros de texto de nuestr@s hij@s se habla sólo de un tipo de familia, la nuclear, impidiéndo que much@s niñ@s cuya realidad familiar es diferente puedan sentirse identificados.
Menos mal que contamos con la ayuda de los cuentos para dar visibilidad a todas estas familias.
Antes de ir al cuento Alvaro y Carmen os van a contar cómo es su familia. 😍😍😍

https://youtu.be/fqEpjFIWyBc

Lo más maravilloso de este primer cuento sobre diversidad familiar es que es una historia real. ¡Cuánto podríamos aprender de otras especies animales si no estuviésemos empeñados en creernos tan superiores a ellos !


Escrito por: Justin Richardson y Peter Parnell.
Ilustrado por: Henry Cole.

Editorial: Kalandraka



En el centro de la ciudad de Nueva York hay un parque muy grande donde a los niños les encanta jugar. Se llama Central Park.
Tiene un estanque donde pueden navegar los barcos de juguete, un tiovivo para el verano y una pista de hielo para patinar en invierno.
En ese gran parque hay un zoo.
Cada día, todo tipo de familias van a visitar a los animales.


Pero los niños y sus padres no son las únicas familias que hay en el zoo.
También los animales forman sus propias familias. Las hay de osos panda rojos, con madres, padres y cachorros de pelaje rojo. Hay monos papás, monas mamás y monos bebé. Hay familias de sapos, de tucanes y también de tamarindos algodonosos.


Y en la casa de los pingüinos hay familias de pingüinos.
Todos los años las chicas pingüino se empiezan a fijar en los chicos pingüino, al mismo tiempo que ellos se empiezan a fijar en ellas.
Cuando una chica y un chico se encuentran y se gustan, se hacen pareja.


En la casa de los pingüinos había dos que eran un poco diferentes. Uno se llamaba Roy y el otro Silo.
Los dos eran chicos y lo hacían todo juntos.
Se hacían reverencias uno al otro.
Caminaban juntos.
Se cantaban mutuamente.
Y nadaban juntos.
Allá donde Roy fuese, también iba Silo.


No pasaban mucho tiempo con las chicas pingüino, y ellas tampoco pasaban mucho tiempo con ellos.
En cambio a Roy y a Silo les encantaba enrollar sus cuellos uno alrededor del otro.
Su cuidador, el señor Gramzay, se dio cuenta y pensó: " Deben estar enamorados".
Roy y Silo veían que los otros pingüinos se hacían sus casas, así que ellos también se construyeron un nido de piedras. Y todas las noches dormían juntos allí, como las demás parejas de pingüinos.


Cada mañana Roy y Silo se despertaban juntos. Y un día vieron que las otras parejas hacían algo que ellos no podían hacer.
Las mamás pingüino ponían huevos. Ellas y los papás pingüino hacían turnos para mantener calientes los huevos hasta que los cascarones se rompían y salían los bebés pingüino.


Roy y Silo no tenían ningún huevo sobre el que poder sentarse y mantener caliente.
No tenían un polluelo para alimentar, mimar y querer.
Su nido era bonito pero estaba vacío.
Un día, Roy encontró una cosa que se parecía a lo que los otros pingüinos incubaban y se lo llevó para su nido.
Solo era una piedra, pero Silo se sentó encima con mucho cuidado.
Y permaneció sentado.


Y continuó sentado.
Silo dormía cuando tenía sueño, y al despertar se iba a nadar y Roy lo reemplazaba.
Día tras día Silo y Roy empollaban la piedra.
Pero no pasó nada.


Entonces el señor Gramzy tuvo una idea.
Encontró un huevo abandonado que necesitaba ser cuidado y lo puso en el nido de Roy y Silo.


Roy y Silo ya sabían lo que tenían que hacer. Movieron el huevo hacia el centro del nido y cada día le daban la vuelta para que se calentase por todos los lados. Unos días lo empollaba Roy y Silo iba a buscar comida.
Otros días era Silo a quien le tocaba cuidar el huevo.
Lo empollaban por la mañana y por la noche, a la hora de comer, a la de nadar y también a la hora de cenar.
Lo empollaban al inicio y al final del mes, y todos los días del medio también.


Hasta que un día escucharon un sonido que provenía de dentro del huevo.
Pío, pío. Pío, pío, decía.
Roy y Silo respondieron: Scuac, scuac.
Pío, pío, respondió el huevo.
De repente apareció un pequeño agujero en el cascarón del huevo.
Y entonces...


¡CRAAAACK!
Del huevo salió su cría. Tenía un plumaje blanco y rizado y un divertido pico negro.
Ahora Roy y Silo eran papás.
"La llamaremos Tango - decidió el señor Gramzy -, pues se necesitan dos para bailar un tango."
Roy y Silo enseñaron a Tango cómo llamarlos cuando estuviera hambrienta. 
Le daban de comer de sus picos y por la noche la arropaban en el nido.
Tango fue la primera pingüino del zoo que tuvo dos padres.


Tango creció rápido y pronto pudo abandonar el nido. Roy y Silo la llevaron a nadar, como hacían las demás familias de pingüinos.
Y todos los niños que iban al zoo podían ver a Tango y a sus dos papás jugando en la casa con los demás pingüinos.
" ¡Muy bien, Roy!", "¡Muy bien, Silo!", "¡Bienvenida, Tango!", los animaban.


Al atardecer, los tres pingüinos volvían a su nido.
Se acurrucaban juntos y, como los demás pingüinos de la casa, como todos los demás animales del zoo y, como todas las familias de la gran ciudad que los rodeaba, se iban a dormir.



🐧NOTA DE LOS AUTORES 🐧

Todos los hechos de esta historia son ciertos. Roy y Silo son dos pingüinos barbijo y tienen una línea fina de plumas negras que pasa pir debajo de sus picos y que parece un collar.
Después de años viviendo en el zoo de Central Park, se descubrieron el uno al otro en 1998 y se hicieron pareja. Tango, su única cría, nació de un huevo puesto por otra pareja de pingüinos, Betty y Porkey. Esa pareja normalmente podía incubar sus huevos, pero no eran capaces de cuidar de más de uno a la vez. En el año 2000 Betty puso dos huevos fértiles y Rob Gramzy, el cuidador del zoo, decidió darles a Roy, Silo y a uno de los huevos la oportunidad de convertirse en una familia.
Si vais al zoo de Central Park, podreis ver a Tango y a sus amigos, incluyendo a Nipper, Squawk, Charlie, Wasabi y Piwi. Hay cuarenta y dos pingüinos barbijo en el zoo de Central Park y unos diez millones en todo el mundo.
Pero solo hay una Tango.
















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